Queridos amigos,
No nos hemos apuntado a algo fácil, ¿verdad?
Como sabéis, el 14 de junio, el equipo de TI de Young Life identificó actividad sospechosa en ciertos sistemas informáticos. Por exceso de precaución, Young Life IT desconectó rápidamente los sistemas afectados y puso en marcha un análisis de la naturaleza y el alcance del suceso. Están trabajando con especialistas externos en el análisis y restauración del sistema.
Mientras esperamos nuevas actualizaciones, la situación ha sido dura. En todo el mundo, tenemos lugares donde el trabajo se retrasa, y otros lugares donde estamos tratando urgentemente de encontrar soluciones a nuestros procesos habituales.
En medio de todo esto, quiero dedicar unos momentos a contarles lo que veo.
Veo una misión resistente. El personal sobre el terreno ha estado ideando nuevas formas de operar sobre la marcha, superando obstáculos de comunicación y trabajando para comprender nuevos procesos. Junto a ellos, los equipos de los Servicios de la Misión han trabajado tenazmente para responder y ofrecer soluciones proactivas. Los equipos informáticos están restaurando los sistemas. Los equipos de acampada están comunicando los nuevos protocolos. El departamento de nóminas ha modificado los procesos.
Juntos, las personas están derramando sus vidas por el bien del Evangelio.
Veo a nuestro Señor trabajando en nuestra misión. Este apagón no le ha cogido desprevenido. Creo que está actuando ahora mismo, no sólo en nuestras vidas, sino también en la forma en que trabajamos y seguiremos trabajando juntos.
Veo la provisión de nuestro Señor en nuestra transición a YL Connect y nuestro próximo cambio a Workday, para que tengamos herramientas basadas en la nube en todo Young Life.
Recuerdo al escritor de Hebreos, que insta a la comunidad a "despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia, y correr con denuedo la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús...". Oigo que esas palabras resuenan hoy para nosotros: fijar nuestra mirada en Jesús, el fundador y perfeccionador de nuestra fe.
Creo que incluso ahora nuestro Padre nos está preparando para lo que viene, refinándonos y remodelándonos de maneras que aún no comprendemos, para que estemos listos para cosechas de jóvenes seguidores de Jesús y movimientos de voluntarios guiados por el Espíritu.
Esto es lo que veo.
Rezo para que continúe la gracia y la comprensión. Que seamos uno a lo largo de esta lucha, mostrando al mundo quién es el Rey por la forma en que nos amamos y cuidamos los unos de los otros, especialmente cuando nos sentimos incómodos, confundidos o frustrados.
Que fijemos nuestros ojos en Jesús, sentado en el trono. Él está muy por encima de todos los sistemas informáticos, preguntas y preocupaciones.